Bajo el título, «Un nuevo altar en Herencia», el mercedario que fuera novicio en Herencia (Ciudad Real), Miguel Ángel Agudo, ha publicado en el último ejemplar de la revista La Merced-Caminos de Liberación dirigida por el Padre Mario Alonso Aguado, un artículo que recoge interesantes datos sobre la construcción del actual altar mayor de la iglesia conventual de La Merced. Dicho texto apareció publicado en las páginas (94-95) de la revista La Merced del año 1947 (nº21).

Transcribo a continuación el las líneas reproducidas en La Merced-Camino de Liberación (nº 167, pág. 18), así como sus imágenes de un gran interés histórico.
UN NUEVO ALTAR EN HERENCIA
Ha sido inaugurado en la Merced de Herencia (Ciudad Real), el altar mayor de la Iglesia, construido por el artista santiagués don José Puente Otero.
El altar anterior, del siglo XVIII, majestuoso y magnífico, fue destrozado completamente, con los demás altares e imágenes en la revolución de 1936, y la villa de Herencia, amante cual ninguna otra de Nuestra Santísima Madre de las Mercedes, creyó su obligación hace el nuevo altar, reuniendo para esto las limosnas necesarias, y hoy lo ostenta con verdadera satisfacción, como cosa suya, ofrenda a su Reina y Patrona.
El mercedarismo en Herencia es obra de siglos y esa tradición constante creó en la villa una devoción que, ciertamente, excede a muchas ciudades españolas, no dándose aventajar por ninguna en el amor filiar a María. Prueba de ello el nuevo altar…
Consta de dos cuerpos, llevando en el centro el camarín de la Virgen, en disposición grata de besarle el pie; a los lados la imagen lleva dos relieves, la Descensión de la Virgen a fundar la Orden Mercedaria, a la derecha del altar, y san Pedro Nolasco en acción de rescatar cautivos, a la izquierda del mismo. En el segundo cuerpo tres hornacinas cuyas imágenes se encargarán para hacerlo en su totalidad, como el anterior, mercedario.
El celo puesto por el P. Comendador de Herencia, Fr. Daniel Vázquez, logró ver coronados sus incontables escuerzos y sacrificios, gozando hoy de la labor realizada.

Reproducimos la foto de la casa solariega de la familia Enríquez, cedida por su poseedor don Gabriel Enríquez de la Orden, como testimonio del cariñoso afecto que profesa a la Merced, amor tradicional en su familia. Es un magnífico edificio muy capaz con buen número de habitaciones soleadas y un huerto lleno de árboles frutales plantados el año pasado.
Fue inaugurada durante la estancia en Herencia del Rdmo. P. General, quien expresó su más cordial gratitud a don Gabriel y Señora.
Logróse encontrar la custodia, obra de Granda, donada por don Francisco Enríquez y terminada en el año 1936, no sin que desaparecieran de ella joyas, valiosísimas que habían pertenecido en vida a doñas Francisca Castañón, esposa de don Paco, como se le llamaba con cariño familiar en el pueblo. Otras joyas de distintas personas fueron colocadas en el ostensorio. Es una obra acabada, delicadísima, como corresponde al gran orfebre sacerdote señor Granda.

Aún faltan muchas cosas para reponer el antiguo esplendor de la Merced de Herencia, pero no faltan almas generosas que contribuirán a lograrlo, felicitando a todos los herencianos y dándoles el parabién por lo ya conseguido.
Buenas tardes: Me gustaria saber las cuatro ultimas generaciones de los Iñiguez de la Orden , ya que no consigo localizar datos sobre esta interesante familia, para preparar un trabajo con su escudo.
Dándole las gracias.
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Pantxike Kontreras