
La celebración del jubileo de la parroquia de la “Inmaculada Concepción” de Herencia está suponiendo un antes y un después en todo lo referente al patrimonio histórico-artístico de este templo, del cual se celebran ahora 300 años de su consagración. La finalización del proceso de restauración y reconstrucción de su órgano barroco, prevista para finales de año, es, sin duda, el proyecto más ambicioso e importante, pero no el único. La musealización del interior del templo, la instalación de un monumento público en honor a la Inmaculada Concepción junto a la Puerta Jubilar, la restauración de ésta o la musealización de la ermita de la Encarnación, son algunos ejemplos más. A todos ellos, se le suma ahora uno no menos importante, la recuperación y restauración de una importante talla en madera de la Virgen de las Mercedes, de una gran calidad artística y enorme importancia histórica e iconográfica. Desde hace unas semanas puede contemplarse esta imagen en el interior del templo parroquial, tras ser bendecida por don Miguel Ángel Angora, delegado episcopal para la vida religiosa y antiguo párroco de la localidad, durante la celebración del encuentro jubilar de vida consagrada en Herencia celebrado el pasado 31 de mayo.
Esta imagen presidió, durante décadas, la capilla del importante conjunto de edificaciones en tapial de la finca conocida como “Los Frailes”, sita a algo más de once kilómetros en la carretera que une Herencia con Manzanares, y cuyo topónimo nos da una pista de la relación entre esta casa y los religiosos mercedarios de la localidad, idea que se ve reforzada por la imagen aquí estudiada, cuya representación es muy fiel en formas y modelo a la primitiva imagen de la Virgen de las Mercedes que presidía el altar mayor de la iglesia conventual de Herencia y que fuera destruida durante los primeros años de la Guerra Civil. Se esta forma se podría aventurar, que no afirmar por falta de documentación, que dicha finca fuera propiedad de los frailes mercedarios descalzos hasta la desamortización de Mendizábal de 1836, (cfr. ALONSO AGUADO, Mario y FERNÁNDEZ-CABALLERO MARTÍN-BUITRAGO, Claro Manuel: Ntra. Sra. de las Mercedes y Herencia. Imágenes, tradición y devoción. Herencia: Ayuntamiento de Herencia, 2006, págs. 108-109).
Llegados a este punto, es importante señalar que la existencia de esta finca, hay que vincularla con los mercedarios descalzos, presentes en la localidad desde la fundación del convento en 1656 hasta su exclaustración en 1835, y no con los mercedarios calzados, cuya presencia en nuestra localidad no se produce hasta 1899, tras la fallida restauración de los mercedarios descalzos (1893-1896). Tampoco se ha de confundir con finca del “Cerro de la Vega”, sita a no mucha distancia del pueblo, al otro lado de la Sierra de San Cristóbal, y que fuera legada a los mercedarios calzados por D. Francisco Enríquez de la Orden a principios de la década de los 40 del siglo XX (cfr. Ibídem., pág. 107).
Volviendo, a la imagen objeto de este estudio, la misma ha sido datada por los talleres de Enrique Rodríguez de Tembleque, encargados de su restauración, como una obra de finales del siglo XVIII. Es una obra armoniosa en sus formas y agraciada en las facciones de su rostro. La Virgen aparece representada de pie, sobre una nueve rodeada de ángeles. Gira su cabeza ligeramente a su izquierda, lugar donde sustenta a su Hijo al que mira maternalmente. Viste el blanco hábito mercedario, decorado con motivos vegetales, y policromado con pan de oro, compuesto por túnica ceñida a la cintura por la correa de san Agustín, cuya regla profesan los mercedarios; escapulario con escudo mercedario al pecho y capa sobre la que cae su larga melena. En la mano derecha porta centro de Reina, mientras que en la derecha muestra al Niño desnudo, con paño de pureza a la cintura, éste aparece en actitud de bendecir con su mano derecha, mientras que en la izquierda sostiene un escapulario.
Esta valiosa talla fue donada, a finales de la primera década del siglo XXI, por la familia propietaria de la “Finca de los Frailes” a la comunidad que las hermanas Franciscanas de la Purísima tienen en Herencia. En la capilla de su residencia estuvo durante varios años hasta que finalmente éstas, a petición del párroco y con el consentimiento de la familia donante, la entregaron a la iglesia parroquial para que fuera colocada en su conocido como retablo franciscano, del siglo XVIII previa restauración de la misma.

Ahora puede contemplarse en la calle central del retablo de san José, aquí conocido como franciscano, de la iglesia parroquial. Sustituye así a la imagen de la Virgen de las Mercedes que ocupaba ese lugar, obra devocional posterior a la Guerra Civil y que ha pasado a ser propiedad de la comunidad de hermanas mercedarias de la caridad de la localidad.
Herencia es sin duda, desde sus orígenes, un pueblo mariano con una gran devoción a la Virgen en múltiples advocaciones, entre las que destaca la de la Merced, o Mercedes, como es aquí conocida. Esto, unido a la buena relación existente entre la comunidad de los religiosos mercedarios y el templo parroquial, explica la existencia de una imagen de devocional de la Virgen de las Mercedes en su interior de su templo principal. Los más mayores recordarán también la existencia de un modesto retablo blasonado con el escudo de la Orden redentora fundada por san Pedro Nolasco y situado al inicio de la nave principal del templo parroquial. Retablo hoy desaparecido tras la reforma del suelo de la iglesia a finales de la década de los 80 del pasado siglo XX.
Claro Manuel Fdez.-Caballero Martín-Buitrago
Artículo publicado en Parroquia en Marcha, Herencia, nº 288, junio 2014, pp.12-13, bajo el título «Restaurada una talla de la Virgen de las Mercedes del siglo XVIII»