Claro Manuel Fdez.-Caballero Martín-Buitrago
Artículo publicado en El Semanal dela Mancha del 21 de diciembre de 2012

Termina el año y como siempre, casi sin darnos cuenta, casi sin quererlo, echamos la vista atrás y recordamos las cosas que hemos hecho, las cosas que hemos vivido, los momentos que hemos dejado atrás. Son fechas en las que hacemos balance de lo acometido, pero también de lo no realizado.
Yo, además, tengo por costumbre hacer un resumen de los acontecimientos culturales realizados en mi localidad, Herencia, donde un año más ha sido muy importante la apuesta cultural realizada por diferentes colectivos: municipales, educativos y asociativos. Jornadas educativas, actividades de animación a la lectura, teatros, viajes, recitales poéticos, conciertos, han sido una constante a lo largo del 2012.
Lamentablemente también hemos tenido que decir adiós a una de las principales figuras del arte herenciano. Jesús Madero Fdez.-Baillo, pintor polifacético que supo reflejar mejor que nadie el verde de los olivos y la fuerza del paisaje manchego, nos decía adiós el 7 de marzo dejando un importante legado pictórico, escultórico recordado con una importante retrospectiva realizada durante el mes de agosto en la sala de exposiciones “Agustín Úbeda”, la denominación de una plaza con su nombre y otras actividades que verán la luz durante el 2013.
El 2012, también ha sido un año de recordar importantes efemérides como la Batalla de las Navas de Tolosa (1212) que tan significativa repercusión tuvo en la repoblación de todo el territorio de La Mancha; o la promulgación de la Constitución de 1812 por las Cortes Constituyentes de Cádiz, para las cuales fue elegido como diputado suplente por la provincia de La Mancha el prior de Herencia, Manuel González de Salcedo, al que también se le ha reconocido este año con una calle en la localidad.
Sin embargo, en todo este maremágnum de celebraciones y recordatorios históricos se ha pasado por alto uno de especial importancia para la localidad de Herencia, el centenario del nacimiento de Hermógenes Rodríguez Jiménez, herenciano de adopción, pero una de las figuras más importantes de la historia del siglo XX de esta población.
Nacido en Génave (Jaén) un 12 de diciembre de 1911, durante el 2012 que dejamos atrás se debería haber realizado actividades con el fin de recordar el centenario de su nacimiento, máxime cuando da nombre a una calle, al instituto y a la Asociación de Padres y Madres del colegio público de la localidad.
Es a partir de julio de 1946 cuando empieza la relación de Hermógenes Rodríguez con Herencia, a donde llega en busca de su padre, Juan Rodríguez Armijo que ya trabajaba como secretario del ayuntamiento. Desterrado de su Jaén natal, atrás dejaba un pasado en el cual perteneció a las FUE (Federación Universitaria Española, formada por estudiantes universitarios de tendencia republicana), a las juventudes socialistas y al partido comunista, llegando incluso a ser comisario político durante la II República, motivos por los cuales, al acabar la contienda civil sería hecho preso y condenado, siendo salvado de ser fusilado en último momento gracias a la intervención de unas monjas que constataron su valía y su calidad humana.

Expedientado, y no pudiendo ejercer su profesión como maestro nacional, para lo que había estudiado, empezó a dar clases particulares en Herencia, y casi sin darse cuenta, al poco tiempo se encontró con un numeroso grupo de chicos que necesitaban ayuda. Como en realidad no tenía ningún compromiso formal de otra índole, y pensando en la obligación moral que tenía, cuando llegó el mes de octubre formalizó una modesta clase, sin apenas material, en la calle de las Cruces. Fue este el inicio de uno de los hitos más importantes del mundo cultural y educativo de Herencia.
La legalización de un centro de enseñanza no estatal era bastante complicada en la época. Eran necesario informes favorables de las autoridades locales: alcalde, párroco, comandante de la Guardia Civil y jefe local del llamado Movimiento Nacional. Además, tuvo que hacer frente a las denuncias de una minoría que le acusaban de ejercer una profesión que no podía. Sin embargo, finalmente consiguió su legalización gracias sobre todo a la intervención de Joaquín Gómez Montalbán, párroco de la población y Gabriel López-Sepúlveda.
Su fama, prestigio, y dotes pedagógicas, así como las condiciones económicas que ofrecía permitió que la Academia de San Agustín, que así se llamaba el centro educativo que Hermógenes Rodríguez llegó a fundar en lo que hoy son algunas de las dependencias del ayuntamiento de Herencia, llegara a tener más de 200 alumnos y hasta siete aulas con otros tantos maestros.
La gran mayoría de sus alumnos, donde había tanto chicos como chicas y que abarcaban desde la enseñanza primaria hasta los de preparación para carrera especiales, procedía de familias humildes debido a las condiciones económicas que ofrecía, con precios bastante módicos. Además, también atendía a un numeroso grupo de alumnos que iban a la escuela por la noche, después de volver del trabajo, la mayoría del campo, trabajando de esta forma de doce a catorce horas diarias.
Aunque ya en 1956 Hermógenes Rodríguez inició las gestiones necesarias para conseguir la rehabilitación profesional, para la cual declararon favorablemente desde el jefe de la policía local hasta el secretario del ayuntamiento, pasando por médicos, industriales, oficiales de notaría, guardias civiles, entre otros muchos, esta no llegaría hasta el año 1974 pudiendo así comenzar su actividad en el Colegio Nacional Mixto “El Parque”, en el edificio “Redondo” donde trabajaría hasta su jubilación definitiva.
Valgan estas pocas líneas para recordar en este paréntesis producido entre el año del centenario del nacimiento de Hermógenes Rodríguez y el recuerdo de los 30 años de su fallecimiento, acaecido el 17 de marzo de 1983, a una de las figuras más importantes de la historia reciente de Herencia, que con su labor, ejemplo y tesón, contribuyó a formar a multitud de generaciones de herencianos, siendo un referente para todos los maestros y profesores posteriores de la localidad.
No quisiera terminar este artículo sin aprovechar la ocasión para darle las gracias a mi compañera María José Ligero, por ser ella quien me recordó esta efeméride y, al Semanal de La Mancha, por darme la oportunidad, con este artículo, de recuperar parte de la memoria de la cultura y la historia de la educación de Herencia.
Yo Jesus Fernandez Toledano como alumno siempre ha sido para mi D.Hermogenes, y fue un profesional honrrado y tengo un buen recuerdo de mi profesor, que lo fuera D. Hermogenes Rodriguez, que EPD.
El mejor maestro que he tenido gracias a él me puedo considerar, un hombre culto. Gracias maestro