
Como siempre, llego tarde. Esta entrada quería haberla preparado con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro, festejado el pasado 23 de abril, sin embargo, no me resisto a publicarla ahora.
En esta ocasión quería hablaros de la presencia de Herencia en las novelas galdosianas, y es que en 1862, cuando Pérez Galdós estaba a punto de cumplir diecinueve años de edad, sus padres decidieron enviarlo a Madrid para estudiar leyes. El traslado desde Las Palmas a la península lo hizo a bordo del vapor «Almogávar». Luego, desde Cádiz a Córdoba, viajó en ferrocarril, de la capital andaluza hasta Alcázar de san Juan, en diligencia; y en esta localidad volvió a coger el tren hasta llegar a la Corte.
Durante este trayecto, es bastante probable que Galdós pasara por Herencia, lo que no cabe duda es que fue aquí cuando trabó su primer contacto con La Mancha y sus hombres y mujeres, a quienes reservaría un lugar destacado en su extensa bibliografía.
Tampoco es discutible el conocimiento de Galdós sobre Herencia, a la cual cita en algunas de sus novelas como en Bodas Reales, número 30 de Los Episodios Nacionales, donde en sus primeras páginas menciona a los mozos de Herencia que paraban en el mesón de la Acemilería, sito en la calle de Toledo, tras llevar a Madrid el vino y la cebada, el calor y las alegrías de la tierra manchega. Sigue leyendo Galdós, Herencia y La Mancha