
Por: Claro Manuel Fdez.-Caballero Martín-Buitrago.
Con motivo de la conmemoración del día de la mujer inicié una serie de artículos con el fin de dar a conocer la figura de Carmen Gacía-Navas, una mujer adelantada a su tiempo que luchó por el desarrollo cultural de Herencia (Ciudad Real).
Con esta entrada termino esta serie sobre una mujer que destacó en un mundo de hombres. Y es que su dedicación y esfuerzo en pos del desarrollo cultural y el asociacionismo no se ciñó simplemente al mundo del folclore y la política local, al y como hemos visto en anteriores entradas de este blog. A finales de los años 70 también fundó la Asociación de Amas de Casa y Consumo Calatrava con la que organiza multitud de cursos de manualidades, pinturas, trabajos en estaño, esmalte frío, miga de pan, cocina viajes y un largo etcétera.
De nuevo el 23 de abril de 1979 crea otra asociación cultural que pasa a figurar con el nº 300 según consta en la diligencia extendida por el jefe de la sección del Gobierno Civil de la provincia de Ciudad Real, Fernando Ayala.
Tal fue su dedicación y trabajo en los diferentes puestos que desempeñó que el Ministerio de Cultura le concedió una placa al Mérito Cultural, mientras que por parte del mundo del folclore también recibió numerosos premios y diplomas, entre los que cabe destacar la Insignia de Oro de la Federación Castellano-Manchega de Asociaciones de Folclore durante la V Jornadas Regionales celebradas en Ciudad Real en noviembre de 2002, otorgada año y medio antes de su fallecimiento acaecido el 27 de mayo de 2004.

Por su parte, José Manuel Fernández-Cano, miembro de la Asociación de Coros y Danzas de Alcázar de San Juan y uno de los principales estudiosos e investigadores de la tradición oral en la comarca, compuso estos versos en honor a Carmen publicados en el nº 1 de la revista Seguidilla editada por Federación Castellano-Manchega de Asociaciones de Folklore. Dicen así:
En los campos de La Mancha
rondeñas vienen cantando
las mocitas herencias
cuando al pueblo van llegando.
De las huertas traen los frutos
del esfuerzo y del trabajo.
Y les espera en el pueblo
un merecido descanso.
Entre trajín y faena
un baile están preparando
soñando con quién será
su mozo enamorado.
Ya las cuerdas van templadas
el rasgueo está sonando.
Y los mozos traen y llevan
coplas en el mes de mayo.
Sube al cielo una oración,
castañuelas, filigranas,
y en el aire una rondeña…
por Carmen García-Navas.
Texto extraído del libro Herencia de nuestras calles. Biografía e historia, coordinado por Claro Manuel Fdez.-Caballero y realizado por el Taller de Historia Local de la Universidad de Herencia. Año de edición 2011.
Artículos relacionados:
Lo bueno se lo lleba ¡DIOS